Discurso cena anual ACERA

Discurso cena anual ACERA

17 Mar 2017

En el último tiempo, se ha hecho costumbre hablar del "milagro" de las energías renovables en Chile. Probablemente se recurre a este concepto para reflejar el enorme despegue de estas fuentes y la existencia de algunos escépticos que no admitían que esto fuera posible.

En cualquier caso, yo preferiría no hablar de milagros.

En realidad, si estamos refiriéndonos a la energía del agua, del sol, del viento, o a la energía que proviene de las mismas entrañas de la tierra, no estamos haciendo más que hablar de la naturaleza misma.

Y la naturaleza no sabe de milagros.

La irrupción de las energías renovables en nuestro país no responde a un fenómeno extraordinario ni a una inspiración particular. Corresponde a una decisión de política pública que reconoce la necesidad de la diversificación para favorecer el crecimiento y reducir los costos en el abastecimiento de energía a las familias y empresas. Al mismo tiempo, las energías renovables son una respuesta responsable a la protección de medio ambiente y al calentamiento global.

La numerosa asistencia a esta cena da cuenta de la madurez que ha alcanzado esta industria. Por ello, quiero destacar hoy vuestra participación y  compromiso con los objetivos que planteamos como Gobierno, en nuestra Agenda de Energía. Ello revela la magnífica coincidencia entre las iniciativas de gobierno y los intereses del sector privado.

A través de la ejecución de una política consensuada entre el mundo público,  privado y sociedad civil hemos trabajado juntos para que, el año 2016, cerca del 15% de la generación eléctrica proviniera de energías renovables no convencionales, principalmente solares y eólicas. Y sin ningún tipo de subsidio.

El uso que le damos a nuestro territorio tiene grandes impactos sobre nuestra economía y sociedad, y hoy tenemos la oportunidad de aprovechar nuestra riqueza energética.

El Ministerio de Bienes Nacionales ha entregado más de 200 Concesiones de Uso Oneroso  para la implementación de proyectos de Energía Renovable No Convencional, lo que se traduce en más de 50 mil hectáreas para energía limpia e ingresos por más de 400 mil UF anuales. Además, el 65% de estos recursos se entregan a las regiones donde se emplazan los proyectos, yendo en directo beneficio de los programas sociales implementados por el Gobierno de la Presidenta Bachelet.

Es gracias a esta iniciativa que hoy el 77% de la energía solar y el 23% de la energía eólica, que se produce en Chile, está instalada en terrenos fiscales. Como Gobierno, hemos empujado el uso y desarrollo de bienes públicos, como el sol y el viento, para mejorar las condiciones de entorno para el desarrollo productivo, administrando eficientemente la información que apoya la toma de decisiones, mejorando la coordinación público-privada, y disminuyendo los riesgos de búsqueda y experimentación.

Como Carlos decía en su intervención, las condiciones han cambiado en el sector y por ello hemos iniciado un trabajo conjunto Ministerios de Energía, Bienes Nacionales y vuestro gremio. Hemos escuchado los planteamientos de ACERA en orden a perfeccionar este sistema de concesiones, protegiendo el interés fiscal, y contribuyendo de mejor manera al desarrollo sostenible de esta actividad. Es por ello que quisiera agradecer la buena disposición de la Ministra Palma y anunciarles que una parte significativa de vuestras solicitudes serán acogidas por el Ministerio de Bienes Nacionales; en especial las referidas a ampliar el plazo de construcción hasta 10 años, evitando la duplicidad de rentas en casos de prórroga, dar un tratamiento  a las garantías, distinguiendo entre las etapas de construcción y operación, entre otras materias. Según me ha informado la Ministra, en breve se procederá a modificar y perfeccionar la Orden Ministerial de Bienes Nacionales sobe Concesiones Onerosas para Energía.

A febrero de este año, tenemos 1.140 MW de fuentes renovables no convencionales en construcción, con una inversión cercana a los US$ 3.500 millones. Esto significa que podríamos terminar  2017 con una capacidad superior a los 5.000 MW en este segmento.

No olvidemos que la Agenda Energética de largo plazo nos fijó la meta de que, en 2050, el 70% de la generación de electricidad provenga de fuentes renovables. Por nuestra parte, tenemos la firme convicción que Chile debe cumplir ese objetivo.

Constatamos con satisfacción y orgullo que el mundo valora este desarrollo y se nos concibe como un país de referencia. Así se refleja en varios índices internacionales que reconocen este avance de una matriz con más energía sustentable y económica.

Junto con la responsabilidad estratégica de seguir avanzando en el desarrollo de estas energías, también debemos hacernos cargo de nuevos desafíos: tenemos que definir cómo damos más flexibilidad a los sistemas eléctricos con el fin de capturar todos los beneficios de este desarrollo renovable.

Ya contamos con un Coordinador Eléctrico Nacional y estamos construyendo nuevas redes de transmisión. Contar con un solo sistema desde Arica hasta Chiloé muy pronto dejará de ser una quimera y podremos ahora aprovechar el gran potencial solar del norte, la fuerza de nuestros ríos en el sur y la energía del viento a lo largo de nuestro territorio.

Nuestra agenda para lograr un sistema más flexible contempla dos elementos adicionales claves para lograr este objetivo: durante este año discutiremos en una mesa de trabajo participativa y colaborativa la regulación reglamentaria de nuestro nuevo mercado de servicios complementarios. Estamos seguros que un sistema de servicios complementarios moderno, que remunere adecuadamente el aporte de distintas tecnologías para contar con un sistema seguro y eficiente, es clave en este objetivo.

Asimismo, nuestra agenda de conectividad internacional busca este objetivo. Todos los países del cono sur de América debemos soñar con una integración que permita, por ejemplo, aprovechar el sol de nuestro desierto de Atacama, sustituyendo fuentes más caras que alimentan el consumo de Argentina cuando lo requiera su sistema; o Brasil cuando se encuentre en déficit de producción en años de sequía. De la misma manera, Chile podría aprovechar, por ejemplo, el abundante viento de Argentina, o el poder hidroeléctrico de Paraguay y Brasil cuando lo requiramos. Nuestra decisión política es la total integración eléctrica con nuestros vecinos y socios de la región.

Este año además comenzaremos el proceso de Planificación Estratégica de Largo Plazo, definido en la nueva Ley de Transmisión Eléctrica, que permitirá robustecer nuestras redes buscando un desarrollo energético seguro, sustentable, inclusivo y a bajo costo.

Quisiera aprovechar también esta ocasión para contarles sobre el avance que estamos teniendo en Generación Distribuida, cuando ya han pasado dos años desde la entrada en vigencia de la ley.

Ya contamos con más de 900 instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo declaradas ante la SEC y acogidas a la normativa, equivalentes a 6,5 MW. Hemos cuadriplicado este registro en tan solo un año. Hace unos días, publicamos la modificación al reglamento de esta Ley de Generación Distribuida con el fin de incorporar mecanismo para facilitar y acortar los plazos de tramitación de los proyectos.

Queremos además que las PYMES se sumen a esta revolución solar y logren bajar su cuenta de electricidad y al mismo tiempo aporten en la construcción de una matriz más sustentable. Ya tenemos muy avanzadas las conversaciones con un importante Banco para ofrecer créditos especiales que se utilicen en la instalación de paneles solares y proyectos de eficiencia energética.

Nuestro Programa de Techos Solares Públicos tiene una tremenda recepción por parte de las comunidades. Hemos inaugurado paneles en hospitales, liceos técnicos, escuelas, municipalidades y otras instituciones públicas, y, la verdad, el ahorro de hasta un 70% de la cuenta eléctrica, que es un gran beneficio, pasa incluso a un segundo plano cuando uno constata la inmensa alegría de las familias por tener energía sustentable a su disposición, en su mismo barrio.

Algo que veían lejano, como un lujo inalcanzable, ahora lo tienen en la escuela de sus niños. Este año, invertiremos más de 2.000 millones de pesos en techos solares públicos y esperamos terminar 2017 con 110 obras en 9 regiones de Chile.

Tenemos que seguir juntos en esta senda. Hacia allá también va parte importante del mundo, porque, según Bloomberg, un 20% de la inversión mundial en energías renovables en 2015 fue en generación distribuida.

Y en este camino seguiremos encontrando nuevas oportunidades. En un plazo de 5 años, por ejemplo, estimamos que existirá una demanda de hasta 2.600 técnicos en el campo de las energías renovables no convencionales. Estamos apoyando a las instituciones que forman a estos técnicos mejorando los laboratorios para la enseñanza y práctica de la energía solar y estamos implementando programas de capacitación de docentes en liceos industriales, centros de formación técnica e institutos profesionales.

Amigas y Amigos:

No hablemos más de milagros. El progreso de las energías renovables es una obra maciza y nos pertenece a todos.

Sigamos trabajando juntos en esta tarea para llevar más energía sustentable a nuestro país.