Sissy Larrea - Mi apuesta por la capacitación de equipos como estrategia para la igualdad de género
Sissy Larrea - Mi apuesta por la capacitación de equipos como estrategia para la igualdad de género
07 Mar 2022
Hace más de 20 años que comencé a trabajar en una apuesta de vida en pro de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. El camino que decidí me ha llevado a trabajar con distintas personas de la más variada formación, pero han tenido en común su interés por el aprendizaje continuo.
Desde el inicio de este camino decidí que mis esfuerzos se dirigirían a los sectores en los que las mujeres y el enfoque de género se encontrara menos presente y, porque no decirlo, donde tuviera mayores resistencias. Recuerdo los álgidos debates de los años 90s cuando participé en varias investigaciones de campo en áreas protegidas y en el grupo existían especialistas ambientales que, por aquel entonces, pensaban que no era posible o necesario incorporar aspectos de análisis sociales y peor aún de género. Hoy en día estas resistencias serían inconcebibles gracias a los avances desde aquellos años hasta hoy. Aunque a pesar de los avances en el discurso, existen en la práctica brechas de género que se ven claramente en proyectos de cambio climático o seguridad alimentaria.
Las resistencias de aquellos años es lo que, comparativamente, podríamos decir que vemos hoy en los llamados sectores estratégicos de los países y en donde las mujeres aún están subrepresentadas. Siendo que los retos son parte del desafío por la igualdad de género, los últimos 10 años he estado involucrada muy de cerca con los sectores de infraestructura. Sectores como Agua, Energía y Transporte son todo un reto apasionante y desafiante para las especialistas de género.
En todos estos sectores las resistencias pueden pasar por la negación de la evidencia de los beneficios de la participación igualitaria de hombres y mujeres o de que el desarrollo debe ser integral. En un sector altamente tecnificado y también masculinizado se tiende a pensar que los beneficios son idénticos para toda la sociedad, sin especificidades de género. Sin embargo, los esfuerzos por colectar evidencia, realizar análisis de género en las empresas de estos sectores o de impulsar cambios en la política pública ha logrado que en poco tiempo se hable de género en infraestructura con mayor frecuencia e intensidad.
Ya es conocido que el diseño e implementación de proyectos de desarrollo se puede ver altamente beneficiado por la participación y capacidades de las mujeres tanto en proyectos rurales como urbanos. Lo propio no se puede negar en el ámbito de la Energía. Existe data que ratifica, incluso, que no solo es un aspecto de cumplimiento de los derechos de las mujeres sino también una estrategia veraz en la lucha contra la pobreza. Por ejemplo, cuando las comunidades reciben energía eléctrica en sus hogares se conoce que los ingresos de las mujeres aumentan en promedio 42% 5, el empleo se incrementa en 15% y la matrícula escolar en un 12%. (Snyder et al., 2018. Género y energía: un tema de todos. BID). Y sin mencionar los beneficios en su seguridad por el acceso a espacios bien iluminados en sus comunidades, barrios o ciudades donde la incidencia de violencia por razones de género disminuye.
A pesar de la evidencia que podemos citar en abundancia hay un aspecto común que como Especialista de Género he visto a lo largo de mi carrera y es la importancia de la capacitación continua de los equipos técnicos y de las personas que están en cargos de decisión. Ya sea por exigencias de un agente externo o de los propios compromisos internos de las instituciones hacia la promoción de la igualdad de género el personal debe formarse y esto no debe ser una tarea dejada a la iniciativa personal, sobre todo en un sector que tiene alta rotación de especialistas.
A lo largo de los años he visto como crece la participación de mujeres y, en este último tiempo, también de hombres en cursos relacionados a Género y Energía. En un evento reciente del cual fui la instructora, gratamente, pude ver como cerca de 200 personas culminaron satisfactoriamente el curso. Entre los perfiles de participantes se podía ver su relación con el amplio espectro del sector de la energía y el desarrollo. Es claro que existe una necesidad por conocer estos conceptos, aprender herramientas y sobre todo oír de experiencias de la región que les de luces sobre acciones concretas, estrategias para vencer las resistencias y conectarse en redes para impulsar el tema.
Trabajar estos temas en un sector estratégico como el de la infraestructura pasa también por aprender a plantear estos conceptos de manera clara, sencilla y práctica e incluso aprender el lenguaje técnico. La inversión en capacitación de los equipos técnicos es importante y no debería ser un rubro menor siendo que del cambio de mentalidad del personal, en muchos casos, radica la sostenibilidad de los procesos de empoderamiento de las mujeres y de la igualdad de género.
Desde el inicio de mi carrera creí en que las metodologías y técnicas de capacitación para adultos resultaban de suma utilidad para introducir temáticas nuevas en poblaciones, comunidades o equipos de proyectos. A lo largo de los años he visto su validez y me ratifico en su potencialidad, de ahí que es una línea de trabajo en la que continúo trabajando como consultora especializada en género y desde mi Firma consultora https://genderincluded.com/ en un nuevo desafío personal que sin dudas arrojará nuevos aprendizajes.
[1] Sissy es licenciada en Antropología por la Universidad Pontificia Católica del Ecuador, Máster en Género y Desarrollo por FLACSO Ecuador y actualmente es candidata a PhD en Educación. Experta en Género y cuenta con más de 20 años de experiencia de trabajo en género vinculado a temas de desarrollo rural, medio ambiente, cambio climático, elaboración de políticas públicas, gestión de proyectos de desarrollo en sectores estratégicos, capacitación, desarrollo de manuales regionales para la transversalización del enfoque de género en toda la región, entre otros. Los últimos cuatro años fue consultora de género para el sector de infraestructura del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), incorporando el enfoque de género en los proyectos de Agua, Saneamiento, Transporte y Energía. Anteriormente. Trabajó para la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) como asesora de género y coordinadora del proyecto de “Incorporación de género en el sector energético de América Latina y El Caribe”, y previamente se desenvolvió como Coordinadora del Área de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Región Andina en ONU MUJERES. Actualmente es la Directora de Gender IncludeD y mantiene consultorías con varias entidades de Naciones Unidas como la CEPAL, Onumujeres y ONGs internacionales así como el diseño de cursos de capacitación para sector privado y público.
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