El contexto y aprendizaje de las últimas décadas nos ha mostrado que el rol articulador del Estado es esencial para coordinar el desarrollo del sector y proponer visiones de desarrollo energético, y por tanto se hace necesario que la política energética vaya más allá de definir las reglas para el funcionamiento del mercado y reaccionar ante contingencias.

El enfoque prospectivo plasmado en una política es clave para prever riesgos, anticipar tendencias y oportunidades, y preparase a ellos. Permite dar certezas al país y al mercado, y disponer las inversiones necesarias para enfrentar los escenarios más probables o de mayor impacto.

Así, la adopción de una política energética de largo plazo permite trazar los lineamientos y coordinar las gestiones y acciones de corto plazo de los distintos agentes del sector para una transición coherente hacia los objetivos planteados, que permitan un desarrollo energético sólido de largo plazo.

Como parte de los compromisos de la Política Energética original de Chile (promulgada a fines del año 2015), se estableció el efectuar una revisión de la misma cada 5 años, de manera de incorporar posibles cambios tecnológicos, eventos externos o el surgimiento de nuevas prioridades para la sociedad que pudiesen modificar el escenario energético proyectado. Este compromiso de actualización se estableció con el fin de preservar la validez del instrumento en el tiempo, como una guía útil para el accionar público y privado en el sector energía, que se adaptase dinámicamente a los cambios del contexto.

Durante 2019 y 2021, el Ministerio de Energía actualizó la Política Energética de largo plazo vigente a la fecha de manera de reflejar en ella los importantes cambios que han ocurrido en el sector energía desde la lógica de la transición energética, así como los desafíos que surgen desde este nuevo escenario y, en particular, las metas de carbono neutralidad. La actualización del documento se realizó a través de un proceso participativo ciudadano que tuvo como foco permanente la sostenibilidad, el bienestar de las personas y su calidad de vida.

Dadas las modificaciones introducidas a la Política Energética, se consideró necesario someter también el proceso de actualización a un procedimiento de EAE, para asegurar que su diseño compatibilice adecuadamente los pilares económico, ambiental y social de la sostenibilidad.

El proceso de actualización concluyó con la publicación de la Política Energética Nacional vigente, en marzo de 2022.

El proceso de actualización de la Política Energética Nacional contempló diversas instancias de participación ciudadana. Estas instancias participativas se conformaron en tres diferentes niveles: nivel ciudadano ampliado con talleres regionales participativos; nivel técnico con las mesas temáticas; y nivel político-estratégico con el Comité Consultivo.

• 1) Talleres regionales participativos

  Entre octubre de 2019 y enero de 2020 se llevó a cabo la primera ronda de talleres regionales participativos en todas las capitales regionales del país, cuyo objetivo fue levantar las inquietudes y perspectivas de la ciudadanía en su más amplio espectro respecto al sector energía. Estas instancias participativas permitieron recopilar percepciones, observaciones y comentaros de la ciudadanía acerca de las temáticas de interés en cuanto al desarrollo del sector energía, las expectativas de futuro y los desafíos pendientes del sector.

• 2) Mesas temáticas

  Para analizar las posibles opciones de actualización, el Ministerio de Energía convocó a 9 mesas temáticas de trabajo, conformadas por actores expertos sobre diversas temáticas propuestas por el Ministerio. Cada mesa desarrolló discusiones técnicas por temática en base a un trabajo de análisis presentado por el Ministerio, con el objetivo de proponer cambios y visiones de futuro para la Política Energética Nacional desde sus respectivas áreas. Dichas propuestas fueron presentadas por cada mesa al Comité Consultivo, quien las evaluó y ponderó con una visión general y estratégica.

• 3) Comité Consultivo

  El Comité Consultivo constituyó una instancia asesora política-estratégica para el contenido de la Política Energética Nacional actualizada. El Comité Consultivo se nutrió de las recomendaciones y propuestas elaboradas por las mesas temáticas, y su rol fue entregar recomendaciones de cambios o nuevos contenidos para la Política Energética Nacional, mediante un trabajo de deliberación y construcción de consensos. El Comité Consultivo estuvo compuesto por 36 miembros; cada uno de ellos seleccionado de manera de representar de la mejor manera posible las áreas relevantes para el diseño de la Política Energética Nacional.

• 4) Consulta Pública

  En base a la propuesta de actualización y recomendaciones del Comité Consultivo, el Ministerio de Energía redactó un anteproyecto de Política Energética Nacional actualizada. El anteproyecto -en conjunto con el Informe Ambiental elaborado en el marco de la EAE- fueron sometidos a consulta pública, tras lo cual el Ministerio de Energía analizó las observaciones recibidas. Como parte de este proceso, se llevó a cabo una segunda ronda de talleres regionales participativos con el objetivo de comunicar a la ciudadanía los resultados de la discusión y priorización del Comité Consultivo y a su vez recoger sus observaciones, lo que sirvió de retroalimentación para el documento final de Política Energética Nacional actualizada. Se realizaron 5 talleres: 3 de ellos en modalidad remota, y 2 talleres presenciales en las ciudades de Valparaíso y Punta Arenas.