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La Ley N° 21.455 o Ley Marco de Cambio Climático (LMCC) en sus artículos 8 y 9 mandata la elaboración de los Planes Sectoriales de Mitigación y Adaptación (PSMA) respectivamente. El 12 de diciembre de 2024 el Ministerio de Energía, a través de su Decreto Supremo N° 91, ingresó a Contraloría General de la República su Plan Sectorial de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático de Energía.
El Plan Sectorial de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático de Energía contempla un horizonte temporal de corto plazo con miras a alcanzar sus compromisos a 2030, un año que es vital debido a que marca las metas intermedias en el camino hacia los compromisos a 2050, alineados con el Acuerdo de París mediante la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) de Chile y el respectivo presupuesto sectorial de carbono para la presente década. Este plan cuenta con cuatro pilares que lo sustentan en su visión técnica y estratégica: 1) Reconversión productiva; 2) Infraestructura resiliente y habilitante; 3) Combustibles de transición; y, 4) Financiamiento para la descarbonización.
El Decreto N° 16, de 2023, del Ministerio del Medio Ambiente, que aprueba reglamento que establece procedimientos asociados a los instrumentos de gestión del cambio climático detalla las distintas etapas del proceso de elaboración, en particular, de los planes sectoriales. Ellas son:
- Primera etapa: Inicio del procedimiento de elaboración
- Segunda etapa: Anteproyecto de los planes sectoriales
- Tercera etapa: Realización de la consulta ciudadana y remisión del anteproyecto
- Cuarta etapa: Elaboración de proyecto definitivo e informe financiero
- Quinta etapa: Finalización del procedimiento de elaboración
En cuanto al proceso participativo, el Ministerio de Energía, en el marco del desarrollo de su Plan Sectorial de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, llevó a cabo un proceso participativo temprano, durante la segunda etapa de elaboración del anteproyecto, seguido de la consulta ciudadana en su tercera etapa formal. El proceso constó de las siguientes instancias:
- Talleres presenciales en diferentes ciudades del país
- Talleres virtuales sectoriales
- Seminarios virtuales de difusión
- Proceso participativo diferenciado para pueblos indígenas y originarios dividido en tres fases (diálogos regionales, encuentros macrozonales y encuentro nacional)
- Taller con juventudes
- Formulario web de observaciones ciudadanas
En las actividades participaron 1.395 personas, donde un 51% fueron mujeres y 48% representantes de pueblos indígenas. Además, se realizó, al menos, una actividad presencial en todas las regiones del país, incluyendo Rapa Nui. En cuanto a las observaciones recibidas durante la etapa de consulta ciudadana, se recibieron 597 observaciones a través de 49 personas naturales o jurídicas, donde 579 fueron consideradas admisibles y debidamente respondidas, e incluidas en la medida de lo posible en el proyecto definitivo del Plan.
Mitigación y Energía
Las emisiones del sector energía representan el 75% de GEI totales del país al 2020, seguido del sector Agricultura con 11%, luego del sector Residuos (7%), y finalmente del sector IPPU (7%) (MMA, 2022). Las emisiones del sector energía alcanzaron las 79.724 kt CO2eq, incrementándose en un 139 % desde 1990 y disminuyendo en un 5 % desde 2018. El principal causante de la tendencia es el aumento sostenido de consumo energético del país, incluyendo el consumo de carbón mineral y gas natural para la generación eléctrica (contenido dentro de la subcategoría Electricidad), y el consumo de combustibles líquidos para transporte terrestre (contenido dentro de la subcategoría Transporte), mayormente diésel y gasolina.
Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Chile
Figura 2: Emisiones de GEI (kt CO2 eq) por sector. Elaboración propia en base a datos del MMA (2022). [1] Sector Procesos industriales y uso de productos (IPPU por sus siglas en inglés).
La meta de carbono neutralidad a más tardar a 2050 contempla una ambiciosa reducción de emisiones al año 2050 pasando de 130 millones tonCO2eq (en el escenario de referencia) a 65 millones tonCO2eq en el escenario de carbono neutralidad que considera que al año 2050 estas emisiones se neutralizan a partir de las capturas del sector forestal.
En tanto la meta de mitigación comprometida en la NDC establece que:
- Un peak de emisiones de GEI nacional a más tardar al año 2025;
- No se sobrepasará el presupuesto nacional de carbono de 1.100 millones tonCO2eq para el periodo 2020-2030; y
- Al año 2030 se tendrá un nivel de emisión máximo de 95 millones tonCO2eq a nivel nacional.
Para cumplir estas ambiciosas metas de mitigación sabemos que tenemos que implementar diversas medidas de mitigación relacionadas a los siguientes ámbitos: eficiencia energética, energías renovables, electromovilidad, e hidrógeno verde.
Figura 3: Escenario de referencia y de carbono neutralidad, junto con el presupuesto de emisiones definido en la NDC. Fuente: Elaboración propia en base a información del MMA (2021).
Adaptación y Energía
Chile, como nación, está expuesto y vulnerable a los impactos de la crisis climática. La variada geografía del país presenta notables diferencias en las consecuencias experimentadas por las distintas regiones al cambio climático, desde el extremo norte hasta el sur. En términos generales, las proyecciones científicas indican un aumento en la frecuencia e intensidad de días más cálidos, mayores promedios de temperatura, cambios en los patrones de precipitación, sequías más frecuentes y eventos extremos más intensos.
El sector energía en Chile no escapa a los efectos de la crisis climática, lo que se traduce en preocupaciones significativas sobre la resiliencia, confiabilidad y seguridad del sistema energético. Entre las principales preocupaciones del sector se encuentran la escasa disponibilidad de recursos hídricos, las prolongadas sequías, los incrementos en la temperatura y los eventos hidrometeorológicos extremos. Además, existe incertidumbre en relación con los recursos energéticos y renovables o posibles cambios en los patrones de consumo de energía.
Estos riesgos y amenazas ambientales afectan de manera diferenciada a hombres y mujeres, siendo estas últimas más vulnerables a las amenazas, la degradación del medio ambiente y los impactos del cambio climático, según señala el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 2020.
Adaptar el sector energético a la crisis climática es esencial para enfrentar los desafíos derivados de las alteraciones en el clima. La variabilidad climática, manifestada en eventos extremos como tormentas, sequías e inundaciones, puede afectar distintos segmentos del sector energía, afectando la seguridad del sistema nacional.
Los esfuerzos de mitigación de gases de efecto invernadero se deben complementar con medidas para abordar los impactos ya presentes y preparar y ajustar al sector a los cambios inevitables. En el Plan de Adaptación se deben plasmar los esfuerzos necesarios para anticipar, absorber y adaptar la infraestructura energética para resistir y recuperarse de estos impactos, garantizando así un suministro continuo, seguro y confiable de energía. Para el cumplimiento de este objetivo, abordar el plan desde un enfoque integral, contemplando sinergias entre medidas de mitigación y adaptación, resulta fundamental para generar resiliencia en el sector y garantizar una transición energética con énfasis en la seguridad del sistema.
Figura 4: Cambio de temperatura en chile relativo al promedio comprendido entre 1970-2000. Las barras en azul corresponden a una disminución de temperatura, mientras que las barras rojas corresponden a un aumento de temperatura. Fuente: University of Reading, 2024.